1985
Vida de colores
Descubrí ante la ausencia de los nada múltiples colores, como el azulillo de mi garganta, como el blanco de mi pureza ante el palpitar de un comienzo ya esperado, como el rojo de un ojo con ardor ante la realidad, como los morados pies vibrantes en el pasado. Y todo así, humedecido por el vapor de un agua caliente encerrado en un triste chorrito de regadera.
Tras el aliento no descubro ni la más leve presencia, entonces, el amarillo de las manos criadas con miedo para dar, hicieron posible ver detrás del espejo.
Descubrí una vida distinta, ya no llena de colores sino de ceniza que se escribe sola y aclama a un alguien ausente de cualquier espacio, con miradas llenas de deseos desbordantes, iguales a los escombros de un edificio aplastado por animales de hierro, queriendo ser construida de nuevo y ocupar otro espacio más amplio y mío.